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¿Qué es primero el pensamiento o el movimiento (la acción)?


A veces obviamos lo que es más evidente y caemos en la falacia de pensar que las cosas solamente suceden de una manera: que la acción sucede posterior al pensamiento. Y esto hace sentido en nuestra cultura donde, como legado de Descartes con su frase: “Pienso, luego existo”, le hemos dado mucho mayor peso al pensamiento, creyendo que desde la cabeza dirigimos al resto del cuerpo.


Sin embargo, también sucede en el sentido inverso, es decir, no solamente los pensamientos modifican o producen nuestras acciones sino que también nuestras acciones modifican directamente nuestros pensamientos y con esto nuestras emociones.


Desde los inicios de la psicología hasta el día de hoy, los psicólogos han estado en desacuerdo sobre el orden de los 4 elementos que componen las emociones: la situación estímulo, la experiencia consciente, el estado de excitación fisiológica, y el comportamiento relacionado que generalmente acompaña a la emoción.


Recientemente y de manera científica, Amy Cuddy – psicóloga social de la Universidad de Princeton que ha estudiado los efectos de los estímulos sociales en los niveles hormonales, ha comprobado que el practicar por un mínimo de dos minutos “posturas corporales de alto poder”, es decir posturas expansivas como Virabhadrasana II, también conocida como la Postura del Guerrero II del Hatha Yoga, incrementa en un 20% la producción de testosterona, la hormona de la dominancia, y disminuye en un 25% la producción de cortisol, la hormona del stress, lo cual aumenta la tolerancia al riesgo y al dolor y la habilidad para pensar de manera abstracta haciéndonos sentir más asertivos, seguros y confortables. Se ha encontrado que los líderes dominantes en la sociedad presentan precisamente altos niveles de testosterona y bajos niveles de cortisol. Demostrando así, que nuestra postura corporal no solamente comunica mensajes a otros, sino también gobierna la manera en que pensamos y nos sentimos a cerca de nosotros mismos; concluyendo que, efectivamente, nuestro cuerpo produce cambios en la mente.


Es importante hacer consciente estas diferentes maneras de trabajar de nuestro cuerpo donde todo está relacionado para poder así controlarlo de mejor manera y sacarle provecho a la información científica que tenemos a la mano; y que, por otro lado, no es posible separar los conceptos de cuerpo y mente ya que en realidad son uno mismo o dicho de otra manera, ambos –el cerebro y el cuerpo ó bien el pensamiento y el movimiento- forman parte del proceso cognitivo, y es importante crear un equilibrio entre ambos para lograr el uso más eficiente de nuestras herramientas humanas.


Es por esto que en BodyWords creemos que no es suficiente con trabajar el cuerpo mecánicamente, como si fuéramos un objeto en el cual las cosas ocurrieran sin ninguna respuesta subjetiva. Te invitamos a probar nuestras clases y talleres.


Bibliografía

  • Lahey, Bejamin B. (2007) Psychology: an introduction. 9ª Edición. USA: McGraw-Hill

  • Cuddy, Amy. (2012, Junio) “Amy Cuddy: El Lenguaje Corporal Moldea Nuestra Identidad”[Video]. Obtenido de: http://www.ted.com/talks/amy_cuddy_your_body_language_shapes_who_you_are.html


Post Original: http://wp.me/p4mjab-4


Nohemí Ferrer

Fundadora y Maestra en BodyWords

contacto@bodywords.org

www.bodywords.org

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